Número 2.1 (04-08-2008)
Whitesnake -Good To Be Bad 2008-
" 1978-2008: 30 años de Whitesnake. Llegó el Gran Día. "
La emoción y la tensión eran tan intensos que casi se podían notar en el aire, al fin estábamos en A Coruña para asistir a un concierto en condiciones.
La "Serpiente Blanca" tocaba en la ciudad herculina el día 30 de Julio, que cayó en miércoles; un día espantoso para un concierto de estas características aunque sea época estival. Hacía un calor bochornoso y pegajoso, ese calor pesado propio de los días seminublados que presagian tormenta y que son mil veces peor que un día despejado de sol tórrido. No soy fan de este grupo… ni de ningún otro, pero disfruto asistiendo a estos conciertos tanto como Gollum con su "Tessssoro". La única objeción que pongo es el precio de la entrada, ¡38 eurazos hasta el día 20 de Julio y 42 a partir de esa fecha! Dejando a un lado la crisis económica, me parece un timo con mayúsculas sobre todo teniendo en cuenta de que A Coruña es una de las ciudades más grandes de Galicia junto con Vigo, pero no es Barcelona o Madrid… ¿A dónde quieren ir con esos precios desorbitados? Lo único que van a conseguir es que incluso los seguidores más acérrimos dejen de asistir a los conciertos o, al menos, que se lo piensen dos veces. Y con toda la razón.
Pero un concierto está para cantar, vibrar, saltar y emocionarse.
El día señalado los alrededores del Coliseo se vieron asaltados por una horda de heavy´s, sí esos que como señala el tópico, van de negro y suelen lucir camisetas con propaganda gratuita de sus grupos preferidos y llevan el pelo largo desgreñado melenudos… Por esas cosas que tiene la vida, una que no es heavy ni roquera, siempre me veo rodeada por esta extraña tribu urbana que se niega a extinguir. En un evento de estas características se concentran miles de personas de ambos sexos entre los dieciséis y sesenta años de edad… El coliseo no se llenó hasta los topes pero se aventura una cifra entre cinco a siete mil personas que asistieron al evento.
Han pasado once largos años desde Restless Heart, el último trabajo de estudio de Whitesnake, pero, aunque yo soy profana en la materia, creo que la espera ha valido la pena: Good to be bad es un disco que no defrauda, a la altura de los primeros años de la banda de Hard rock. Para mí, el concierto, con los ferrolanos Riff Raff como teloneros tocando los míticos temas de AC/DC fue intachable, aunque las malas lenguas rumoreen que Coverdale tiene la voz algo cascada… (¡Ya quisiera yo tener un tercio de esa voz!) Porque exceptuando unos breves descansos, estuvo cantando cerca de dos horas. Y eso se nota en la respuesta del público. (Qué mala es la envidia… ¿verdad?) Bueno, he leído en alguna parte que ahora mismo no recuerdo que el líder de la Serpiente Blanca dijo que su voz podía de pasar del susurro al grito (es decir, de las notas más graves a las más agudas) casi sin esfuerzo aunque por el tipo de música que hace utilice más las segundas.
Fue un concierto fantástico en el que transmitieron vivacidad, energía e interactuaron con un público entregado con ese fervor casi religioso que sienten los heavy´s de pura cepa cuando asisten a un concierto y del cual las criaturas como yo sólo nos podemos hacer una pequeña idea. Sí, en todo concierto sea del estilo musical que sea, hay algo de adoración hacia cantante o grupo pero yo siempre he pensado que en el caso del rock y el heavy se lleva hasta las más altas cumbres del paroxismo. Y para mí es un misterio pues aunque a mí me gusta y disfruto con ello no siento esa emoción.
Yo afirmo rotundamente, como otros miles de seguidores de David Coverdale y su banda que el largo sopor de once años, ha valido la pena. El hard rock vuelve a tener a sus dioses que resurgen con más fuerza que nunca; al fin y al cabo no hay olvidar que su emblema, la serpiente, es un símbolo de muerte y resurrección. La mítica serpiente ouroboros que se devora a si mima formando un círculo perfecto, y que simboliza la eterna dualidad de la vida y de la muerte, el eterno retorno…
Pero las malas lenguas dicen que Coverdale eligió el nombre del grupo en referencia a su miembro, en un alarde de modestia británica.
Coverdale es el superviviente de Whitesnake, un viejo dinosaurio del hard rock pero su nueva formación no tiene nada que desmerecerle. Me encantaron los dúos de guitarra entre Doug Aldrich y Reb Beach, en una verdadera pugna de proporciones casi épicas entre guitarristas de alto nivel pero de estilos heterogéneos. Eso sí, menudo mareo que le dio al pie del micro… se dice que los músicos y cantantes heavy´s utilizan las guitarras y los micros como una extensión de su virilidad, para reforzarla, (del mismo modo que les encanta llevar ropa muy ceñida, sobre todo pantalones que consiguen el efecto adverso), pero no sé, os seguro que este Coverdale no tiene nada que envidiarle a una "majorette". De todas maneras a mí me gustaba más la estética ochentera del grupo cuando todos llevaban el pelo cardado porque el estilo de Coverdale con pantalón negro y camisa blanca me recordaba al de un camarero en lugar de un líder de hard rock.
Al contrario que a otros a mí me encantan los solos de los miembros de un grupo porque creo que es cuando pueden demostrar su técnica y su valía, siempre y cuando no duren como máximo unos diez minutos porque luego no me acuerdo como iba el concierto y yo creo que los músicos de Whitesnake estuvieron a la altura, tanto los guitarristas como el bajista (que por cierto parecía que había entrado en una especie de éxtasis místico por la expresión de su cara) y el batería que tocó de manera perfecta.
2008 es el año en que Whitesnake se halla de gira para presentar su nuevo disco Good to be bad, avalado por la crítica y sus numerosos seguidores, y por supuesto, aunque de la primera formación del grupo sólo sobrevive el cantante, es el trigésimo aniversario de la banda. Tocaron en otros lugares de España como Barcelona, Valencia, Bilbao y Madrid aunque la de Coruña fue de las más grandes.
Las canciones del nuevo álbum son bastante fieles al estilo original del Whitesnake de los mejores años: canciones con toques blues, alguna balada que a mí me recuerda a otras por las que se hicieron famosos entre un sector del público femenino y, por encima de todo, guitarras majestuosas y la inconfundible voz de Mr Coverdale. En el concierto tocaron aproximadamte sobre quince canciones algunas del nuevo álbum como "Best years", "Can you hear the wind blow", "Lay down you love" y "A fool in love" y otras como "Is this love", "Here i go again", "Still of the night", "Fool for your loving", "Love ain´t no stranger", "Play down your your", "Ain't no love in the heart of the city", "Give me all your love" y "Burn".
La banda de Coverdale
Un poco de historia de la Serpiente Blanca
¿Quién le iba a decir a David Coverdale cuando trabajaba en una boutique de su ciudad que terminaría siendo líder de una de las más importantes bandas de hard rock que ha parido la antigua Albión? El líder de Whitesnake nació en 1952 en Saltburn, una ciudad del antaño Condado de York, o lo que es lo mismo, el Yorkshire. Sus primeros influjos musicales fueron bandas de soul y de blues y, pese a que primero se decantó por la guitarra pronto la abandonó para dedicarse al canto. En 1973, Deep Purple lo convirtió en el cantante de la banda en sustitución de Ian Gillan y permanecería en ella hasta 1976. En 1978, tras sacar dos discos en solitario fundaría Whitesnake junto a los guitarristas Micky Moody y Bernie Marsden, al bajista Neil Murray, al batería David Dowle y al tecladista Brian Johnston. Tiene fama de seductor, de tener a sus espaldas una larga lista de amantes que cayeron rendidas a sus pies imagino que por el aura de macho alfa que suele rodear a esta gente. Estuvo casado con Tawny Kitaen, la impresionante chica que aparecía en los videos de “Is this Love” y” Here I go again” y la actual Mrs Coverdale, con la cual vive en una granja perdida en algún lugar de Norteamérica, parece una mujer encantadora que incluso escribe libros sobre la comida que comen (y les gusta) a las grandes estrellas del rock. Con el paso de los años se ha convertido en una persona más celosa de su vida privada, más madura.
Chris Frazier: es el nuevo baterista de la banda que sustituye al mítico Tommy Aldridge. Frazier ha tocado en grupos como Doro y Peter Becket. Con Whitesnake ha grabado el último disco, el Good to be bad
Doug Aldrich: nacido en Carolina del Norte en 1964, es un guitarrista cuyo estilo fluctúa entre el hard rock y el heavy metal, antes de pertenecer a la banda Whitesnake (desde el año 2003) fue miembro de bandas como Dio, Lion, y Hurricane entre otras.
Reb Beach: un guitarrista legendario nacido en 1963 en Pittsburgh, (como curiosidad, comentar que la ciudad es considerada el epicentro de la industria del acero de los Estados Unidos) Pensilvania. Ha tocado además de en Whitesnake en grupos como Winger y Dokken.
Uriah Duffy: es un bajista americano que no sólo toca música de estilo hard rock y heavy sino Rap, Pop y rock entre otros. De lo más versátil, vamos.
Timothy Drury: es el bajista del grupo.
Pese a que Whitesnake lleva en el mercado de la música desde febrero de 1978 pienso que no tiene una discografía tan extensa como otros grupos; a demás Coverdale se ha mantenido bastante fiel a su estilo con el paso de los años pese a que su época de mayor esplendor (tras dejar apartadas las claras influencias de Deep Purple de los discos de los años setenta la cual se nota sin duda en discos como Snakebite, Trouble y Lovehunter) fueron los años ochenta, sobre todo la segunda mitad de la década que fue cuando los whitesnake consiguieron hacerse un hueco en los primeros puestos de las listas de los Estados Unidos, las cuales hasta ese momento se les había resistido con discos míticos en la historia del hard rock como 1987 y Slip of the Tongue. La década de los noventa pasó sin pena ni gloria hasta que resurgió con los músicos completamente renovados para la gira que conmemoraba sus bodas de plata.
En Whitesnake han tocado músicos de la talla de Jon Lord, Jimmy Page , John Sykes, etc que permanecen en el recuerdo de sus seguidores. Pienso que al contrario que otras grandes bandas del rock no tiene el ego tan subido para tratar como si fueran basura a sus seguidores, es más, por lo que parece en algunos momentos en los conciertos hay guiños de complicidad con el público.
Revista realizada por el equipo y colaboradores de la editorial Ratón de Biblioteca ©2008. Maquetación, fotografía y montaje: Pablo Herrero Coira ©; Escritos: Rita C. Rey ©. Pases concedidos por: